IGP antiguamente conocido con el nombre de IPO, es un deporte diseñado para demostrar la inteligencia y utilidad del perro. Se divide en tres fases: rastreo, obediencia y protección. Con tres grados de nivel.
Rastreo, el perro ha de ser capaz de seguir la trayectoria de un rastro, marcado con anterioridad, en el que además se han colocado una serie de señuelos, que deben ser localizados y marcados. Se incluye un test de temperamento, con el que el juez valorará la estabilidad mental del perro.
Obediencia, se pedirá al perro una serie de órdenes tales como: sentarse, tumbarse, quedarse quieto mientras su guía se aleja, se realizará un disparo con el que se espera no tenga reacción de nerviosismo, se requerirá que mientras el animal corre en línea recta responda de forma inmediata a las orden de su guía, permanecer echado lejos del guía añadiendo distracción a la que debe hacer caso omiso, el guía lanzará una pesa por encima de una valla pidiendo al perro que traiga de vuelta.
Protección, el perro demostrará su agilidad, fortaleza física y coraje. Los ejercicios a superar serán: localizar al hombre de ataque que se encuentra oculto y mantener su vigilancia a la espera del guía, perseguirá al hombre de ataque y en el momento que este intente huir lo inmovilizará aguardando recibir la orden de soltar de su guía que responderá de forma inmediata.