15 años, todo un ejemplo de “superación”
Una noche hace ya 8 años me tropecé con él, se encontraba en unas condiciones lamentables desnutrido y con una de sus patas amputadas, apunto estuve de atropellarlo pero por suerte todo quedo en un susto.
Y aquí está ahora, siempre dispuesto a llevarse bien con todo el mundo.
10 años, “una terremoto”
Con tan solo un mes y medio la vi caminado sola por la raya blanca de una carretera, después de aparcar ya no estaba o por lo menos no a la vista, se había caído en medio de una pita y estaba encajada sin poderse mover, lo más probable es que fuese de una perrita que parió en la calle.
Y hora como buena terremoto que es siempre buscando la forma de llamar mi atención.
8 años, su segundo nombre “perrito de la pradera”
Junto a un contenedor de basura la encontré, acompañada por su hermano con aproximadamente tan solo dos meses, y no sería de extrañar que naciera en la calle.
Y aquí está, haciéndome sonreír cada vez que camina como un perrito de la pradera, cuando algo a lo lejos ve.
44 años, admiración y respeto por los animales.
Contaros que de pequeña viendo dibujos descubrí la realidad tan cruel por la que han de pasar muchas mascotas, aquello me impacto tanto que siempre he querido poder hacer algo para ayudar a cambiar esa realidad. Y esta es mi aportación mi pequeño granito, que se que junto a todos los granitos de más gente que siente lo mismo, conseguiremos hacer un mundo mejor.